En algún momento de nuestras vidas la
oscuridad se apodera de nosotros, nos sentimos sin ánimos, tristes, confundidos
entre otras cosas. Ya sea por algo que nos sucedió o le sucedió a algún
familiar o amistad muy cercana.
Un accidente, una perdida o el miedo a
alguna situación son solo algunas cosas que le dan paso a la oscuridad para que se apodere de
nosotros. Un ejemplo de estas circunstancias nos la describe la autora Eva
Piper en su libro “Una caminata en la Oscuridad”, tomando como referencia el
siguiente capítulo:
“Cuando la oscuridad regresa de nuevo
Tardó algo, pero con el tiempo salí de la
oscuridad. Hubo muchas aflicciones, pruebas y sufrimientos, pero también
amistades fortalecidas, una vida de oración renovada y una relación más intima
con mi Señor Jesucristo. Hay aquellos que piensan que una vez que has superado
una tragedia, nunca más tendrás que enfrentar aflicciones. Tristemente, he
tenido más experiencias de caminar por la oscuridad.
El teléfono sonó cuando estaba tratando
de alistarlos a todos para irnos a la iglesia para las actividades de los
miércoles por la noche, el 12 de abril de 2000. Al mirar en el identificador de
llamadas, reconocí que era el número de teléfono de la casa de mis padres, así
que agarré el teléfono y dije hola, esperando escuchar las palabras: «Solo
necesitaba escuchar la voz de mi hija favorita». En su lugar, mi papá me
explicó que mi cuñada, Joyce Pentecost, acababa de ser diagnosticada con la
cuarta etapa de cáncer de melanoma.
Yo estaba anonadada. Sentí que la oscuridad me estaba rodeando otra vez…
…Ahora papá me estaba diciendo que Joyce
y Eddie iban a venir a Houston para tener una cita con los doctores del MD
Anderson Cáncer Center, así que por supuesto, ellos se quedarían con nosotros y
viajarían al hospital para más exámenes. Durante el próximo año, Joyce luchó
valerosamente para derrotar el cáncer que había invadido su cerebro, pulmones y
abdomen. Al principio parecía que ella estaba ganando la batalla.
Nuestra familia oró, nuestras iglesias
oraron y nuestros amigos oraron para sanidad total. Me imaginé a Joyce y a Don
estando en el mismo escenario, hablando de sus milagros de sobrevivencia. No
creía que Dios iba a llevarse a una joven esposa y madre. Yo estaba equivocada.
El 3 de mayo de 2001, mi teléfono sonó
una vez más. «Se ha ido», dijo papá.
Ese año caminé por la oscuridad junto a mi hermano. A menudo
hablábamos del accidente de Don y de su recuperación. Porque yo había
experimentado los sube y baja de la recuperación de Don, podía identificarme
con su frustración y ansiedad. Yo entendía tanto cuando necesitaba hablar como
cuando necesitaba recargarse.
Junto con muchos otros, pudimos caminar
por la oscuridad hasta regresar nuevamente a la luz. La caminata oscura que tuve
después del accidente de Don me ayudó a proveerle luz adicional a Eddie...
…Todos habíamos caminado por la oscuridad,
pero emergimos al otro lado con la ayuda de la familia, los amigos, la oración
y la fe.
La oscuridad no ha terminado. La
enfrentamos en tiempos inesperados. Pero podemos prepararnos. Dios nunca dejó
que camináramos solos por la oscuridad y Él tampoco te va a dejar a ti”.
Extraído del libro “Una Caminata en la Oscuridad” de la editorial Grupo Nelson.
Ten siempre en mente que Dios no abandona
a sus hijos, la Biblia dice en Romanos 8:28 “Ahora bien, sabemos que Dios
dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, los que han sido
llamados de acuerdo con su propósito”.
En
ebeway.com te invitamos a que venzas tus miedos y le ganes a la oscuridad,
así como lo logró Eva Piper y los suyos. Adquiere su gran historia “Una Caminata en la Oscuridad” ¡Confía en Dios y junto a el sal ya de la oscuridad!
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